Sin Miedo… La férrea lucha de una activista hispana por reformar las leyes de abuso sexual infantil

Sin Miedo ... La férrea lucha de una activista hispana por reformar las leyes de abuso sexual infantil
Sin Miedo … La férrea lucha de una activista hispana por reformar las leyes de abuso sexual infantil.
Connie Altamirano, sobreviviente de abuso sexual infantil lucha para que se apruebe la Ley para Víctimas de Abuso Sexual Infantil del estado de Nueva York (CVA). / Foto de Altamirano.

En esos aterradores momentos cuando la pequeña Connie era violada por su abuelastro, uno de los recuerdos más paralizantes para la niña, era la voz de su abusador amenazando con matarla a ella y a su madre si contaba lo sucedido. Cuarenta años después, su abusador continúa libre, mientras Connie Altamirano sufre los estragos de esas repetidas violaciones con migrañas, ataques de pánico y pesadillas.

“Yo fui abusada desde que era una infanta”, reveló entre ataques de tos Altamirano, ahora 44. “Con todo el trauma y todo lo que tuve que pasar, nunca creí en las leyes locales y federales. ‘¿Quién me falló?’, ‘¿la policía?’, ‘¿las trabajadoras sociales?’. Mi caso se debilitó porque ellos no hicieron su trabajo”.

Precisamente esta percepción de que las leyes le fallaron es lo que ahora ha convertido a Altamirano en una tenaz partidaria de la Ley para Víctimas de Abuso Sexual Infantil del estado de Nueva York (CVA – por sus siglas en inglés), legislación coescrita por el senador demócrata Brad Hoylman.

“La CVA incrementaría la edad en los estatutos de limitación relacionados a crímenes de abuso sexual a menores así como proveer un periodo de un año para que sobrevivientes adultos puedan interponer demandas civiles en contra de sus abusadores y las instituciones que pudieron protegerlos”, explicó el senador Hoylman. Actualmente, las víctimas de abuso sexual infantil solo tienen hasta los 23 años para interponer una demanda civil y/o buscar cargos criminales. “La CVA, elevaría la edad para demandas criminales a 28 años y la edad para interponer demandas civiles hasta los 50 años”, añadió.

“Esta legislación les daría a las víctimas del pasado, justicia, y a las víctimas actuales, leyes más fuertes para proteger a los niños de hoy y a futuras generaciones”, aseguró Altamirano. No obstante, hasta el momento, esta lucha ha sido cuesta arriba, ya que la CVA sigue sin ser aprobada por el senado estatal, el cual actualmente, está conformado por una mayoría republicana.

“El estado de Nueva York tiene las leyes más débiles para proteger a las víctimas. Este es un hecho que afecta a toda la sociedad”, expresó con una mezcla de dolor y frustración Altamirano. “La verdadera razón que el senado estatal no aprueba la legislación a pesar de que año tras año ha sido aprobada por la Asamblea, es que (los republicanos) siguen protegiendo a la iglesia. En vez de darles prioridad a los niños, les dan prioridad a las ganancias”, afirmó.

La unión hace la fuerza

Debido a que la unión hace la fuerza, hace un par de años Connie decidió solidarizarse con el empresario neoyorquino Gary Greenberg. Aunque sus vidas no podían ser más disímiles, a ambos los motiva la misma tragedia: Greenberg, también fue abusado sexualmente de niño.

“Trescientos niños fueron abusados, y tengo entendido que algunos han cometido suicidio”, dijo el empresario sobre las otras víctimas de su abusador”.

Cansado de presenciar las barreras para denunciar, impuestas a las víctimas de abuso sexual por las leyes actuales, el inversionista opto por formar su propio pacto ‘Fighting for Children PAC’, así como ‘Protect NYKIDS’, con el fin de respaldar a los políticos comprometidos con la CVA.

“He luchado por los últimos doce años, sin embargo, al ver que nada cambia, en 2016 decidí que ya era suficiente”, dijo Greenberg sobre la inhabilidad de los líderes políticos de pasar la CVA. “Ir a Albany cada año para abogar y después regresar a casa con las manos vacías porque los republicanos del senado, principalmente, nunca van a votar por la ‘Child Victims Act’. Así que forme este pacto para proteger a los niños el cual he fundado con mi propio dinero y recaudación de fondos”.

El pacto de Greenberg respalda a los candidatos que favorecen la CVA y no apoya a ningún republicano. “Ya les di a los republicanos una oportunidad, pero si ni siquiera pueden votar por su propia legislación, mi conclusión es que menos van a ayudar a las víctimas. Tenemos que cambiar la mayoría en el senado, ya que esa es la única manera de que pase esta legislación”.

La oportunidad a la que se refiere Greenberg, es la que otorgó a la legislación creada por la senadora republicana Cathy Young, denominada la ‘Child Victims Fund (CVF)’. Aunque parecida a la CVA, la legislación de Young eliminaría el estatuto de limitaciones por completo y crearía una audiencia especial para victimas en búsqueda de alivio económico y reconocimiento público de abusos anteriores. No obstante, esta legislación tampoco fue presentada a votación en el senado.

“Yo ayude a crear la ‘Child Victims Fund’ con la senadora Young, para involucrar a los republicanos, sin embargo, (el senador republicano y líder de la mayoría) Flanagan no dejo que ni siquiera la legislación de su propia colega de partido se presentará a votación. [Flanagan] mato la CVA y la Child Vicitims Fund”, expresó disgustado Greenberg, reiterando que “ya que los republicanos no pueden pasar su propia legislación” y debido a que no presentaron a votación ninguna de las dos legislaciones, decidió dejar de apoyar a la CVF.

Los sobrevivientes Connie Altamirano y Gary Greenberg unen esfuerzos a favor de que se apruebe la CVA. / Foto de Altamirano.

¿Demócratas o Republicanos?

Greenberg también sostiene que la razón que los republicanos no quieren pasar la CVA es porque están protegiendo a la Iglesia, a los Boy Scouts y a las compañías de seguros, ya que estás serían responsables en casos civiles. “Debido a que estas instituciones otorgan mucho dinero para sus campañas, no la pasan porque prefieren proteger a los agresores que a los niños”, insistió.

“Yo peleo con él, a su lado, porque él es un compañero sobreviviente que yo considero mi hermano, porque hemos sufrido el mismo dolor, hemos pasado por el mismo trauma”, agregó Altamirano sobre su apoyo a Greenberg. “No importa quién nos violó, nuestro dolor y sufrimiento diario eso es lo que nos acerca”.

Una de las reformas centrales que brindaría la Ley para Víctimas de Abuso Sexual Infantil del estado de Nueva York, es la ventana de un año que esta legislación ofrecería a los sobrevivientes de cualquier edad para que denuncien a sus abusadores ante la justicia.

“No es tanto por el dinero. Queremos traer a estos predadores a las cortes y que sean sentenciados como violadores”, expuso Greenberg. “Nunca olvidas lo que te pasó. Necesitamos eliminar los estatutos de limitaciones en la edad en que las víctimas puedan denunciar, porque toma años para que una persona se decida a denunciar por la culpa y vergüenza”.

 

“Nadie entiende nuestro trauma.

A la gente le toma décadas…

décadas para aceptar lo que le paso y tratar de entender;

quitarse el miedo a hablar” –Connie Altamirano.

 

Como desafortunadamente esta justicia no llega a los sobrevivientes de abuso sexual, Greenberg y Altamirano concuerdan que los próximos comicios de mitad de mandato podrían marcar la diferencia; ya que los demócratas se han comprometido a aprobar la medida si obtienen el escaño necesario para ganar el control del Senado este 6 de noviembre.

“Todos estamos trabajando juntos para hacer el senado de Nueva York democrático”, indicó contundente Greenberg. “Tenemos que ganarles a los republicanos en alrededor de cinco puestos claves -con dos en Long Island- para apoyar a la CVA”.

Si bien el paso de la CVA no debería de ser una cuestión partidista entre demócratas y republicanos, para los sobrevivientes como Connie y Gary, la aprobación o rechazo de la ley ahora depende del partido que quede como mayoritario en el senado estatal.

“El hecho de que el Senado de Nueva York no haya votado sobre la Ley para Víctimas de Abuso Sexual Infantil año tras año es una vergüenza”, denunció Altamirano. “El líder de la mayoría en el Senado, John Flanagan, debería avergonzarse de sí mismo por no permitir que sus compañeros senadores voten sobre este proyecto de ley que extiende el estatuto de limitaciones para que las víctimas presenten una demanda contra sus abusadores. Todos los neoyorquinos deben sentirse indignados de que a las víctimas de agresiones sexuales infantiles se les niegue la justicia, mientras sus abusadores quedan impunes y ponen en riesgo a las generaciones futuras de niños”.

 

Asamblea estatal de NY apoya a sobrevivientes de abuso sexual infantil