Presidente electo Biden trabaja en la transición con el Coronavirus como prioridad

Presidente electo Biden trabaja en la transición con el Coronavirus como prioridad
El presidente electo Joe Biden durante un evento de celebración realizada en Wilmington, Delaware el 7 de noviembre de 2020. (Foto: EFE / EPA / JIM LO SCALZO)

El equipo del presidente electo, Joe Biden, reveló sus planes para la transición de poder, con la pandemia del coronavirus, la recuperación económica, la desigualdad racial y la crisis climática en lo más alto de sus prioridades.

Tras su discurso de la victoria el sábado por la noche, en el que se presentó como el presidente que quiere sanar las heridas de Estados Unidos para acabar con la polarización, Biden y su equipo lanzaron la página web oficial de la transición, en la que dieron detalle de sus planes, pese a que el presidente saliente, Donald Trump, todavía no ha reconocido su derrota.

De hecho, no está claro si los diferentes equipos del mandatario electo tendrán acceso a las principales agencias federales debido a que Trump sigue insistiendo, sin pruebas, en un fraude electoral.

Aun así, Biden y la vicepresidenta electa, Kamala Harris, ya han adelantado que se preparan para «liderar desde el día uno» la estrategia para afrontar los retos más urgentes.

Respecto a la pandemia, el equipo del demócrata marca una línea muy distinta frente a la gestión de la Administración de Trump, ya que asegura que el Gobierno federal actuará «rápido y con agresividad».

EE.UU. es el país del mundo más afectado por el coronavirus y se aproxima ya a los 10 millones de casos, con más de 237.00 fallecidos, según los datos de la Universidad Johns Hopkins.

Biden hace hincapié en que «escuchará la ciencia» y que las decisiones sobre salud pública serán explicadas por profesionales del sector, además de promover la transparencia y confianza en su futuro Ejecutivo.

Este tono es bastante diferente al impuesto por Trump en tiempos de pandemia, en los que contradijo y puso en duda las recomendaciones de los expertos, e incluso llegó a reconocer que había minusvalorado adrede la gravedad del COVID-19 en los primeros meses para que no cundiera el pánico.

El equipo de transición del que fuera vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) publicó un plan preliminar con 7 puntos para atajar la crisis sanitaria.

 

 

Todos con mascarilla

 

Para empezar, Biden tiene intención de ordenar el uso de la mascarilla a nivel nacional, en colaboración con los gobernadores y los alcaldes. Otro contraste con Trump que se negó a usar mascarilla en público durante meses y acabó contrayendo la covid-19 en octubre, e incluso llegó a burlarse del demócrata por utilizarla.

Otros puntos del plan son garantizar el acceso de gratuito a los tests de la enfermedad; solucionar los problemas con los equipos de protección individual (EPI); y proporcionar recomendaciones «claras, coherentes y basadas en pruebas» sobre cómo cada comunidad debe afrontar la pandemia y que los recursos lleguen a las escuelas, pequeños negocios y familias.

En este apartado destaca que la distancia social es fundamental para lograr acabar con la proliferación de la covid-19.

Otros ejes serán la distribución «efectiva» de los tratamientos y de las futuras vacunas, con una inversión de 25.000 millones de dólares para la fabricación y reparto de estas últimas; además de una serie de medidas para proteger a los mayores; y «reconstruir y expandir las defensas para predecir, prevenir y mitigar las amenazas de la pandemia, incluidas las que vienen de China».

Aquí el plan marca el restablecimiento «inmediato» de la relación con la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la que Trump retiró al país: El equipo de Biden reconoce que «(la OMS) no es perfecta» pero que resulta esencial para coordinar una respuesta global, cuando en el mundo hoy se han rebasado los 50 millones de casos.

Al hilo de estos planes, Biden tiene previsto anunciar este lunes, la formación de un grupo de trabajo para combatir la expansión del coronavirus, con la presencia de científicos, después de basar su campaña en las críticas al manejo de Trump de la pandemia.