Niñas hispanas de Nueva York son las que más intentan suicidarse

Niñas hispanas de Nueva York son las que más intentan suicidarse
Según estadísticas un 13,1 % de las jóvenes latinas en Nueva York han atentado contra sus vidas. (Foto: CDC)

 

María, una inmigrante adolescente de Nueva York intentó quitarse la vida hace un año, cuando apenas había llegado a esta ciudad. Su caso no es el único. Las niñas y adolescentes latinas encabezan las tasas de tentativas de suicidio en esta área.

De acuerdo con estadísticas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de 2017, las más recientes, un 13,1 % de las jóvenes latinas de Nueva York, donde se concentra la población hispana del estado, han intentado suicidarse. Se trata del mayor porcentaje por grupos étnicos, seguido por el de las jóvenes negras, con un 10,8 %.

Al mirarlo por distritos, es similar en Brooklyn y El Bronx, pero alarmante en Queens, donde en dos años ese porcentaje pasó del 13,2 % al 16,4 %. Ese distrito también tiene la tasa más alta, 22,6 %, de las jóvenes hispanas que consideran seriamente atentar contra sus vidas.

«Estaba bastante borracha ese día, bastante drogada», con marihuana, sustancias a las que recurrió un día para olvidar sus problemas, dijo María, de 17 años y con un nombre ficticio para proteger su identidad.

«Todo lo que venía trayendo llegó al límite y sentí que tenía que hacerlo. Con mis papás había bastantes problemas para entendernos. La escuela me estresaba pero no era tanto como con mis papás, sentía que la relación con ellos no iba a ningún lado», señaló María, la joven que nació en Ecuador.

Como muchos hijos de inmigrantes, estuvo separada de su padre, que había emigrado a España, donde la familia se reunió cuando ella tenía 6 años y allí vivieron juntos durante cinco años. Su padre emigró entonces a Nueva York y se volvieron a reunir cuando ella tenía cerca de 16 años.

Tan pronto ella llegó a Nueva York afloraron las discrepancias que hace un año la llevaron a encerrarse en el baño de su casa en el distrito de Queens y cortarse las venas con un cuchillo.

«Yo no he vivido tanto con mi padre. Al llegar aquí quería controlar todo sobre mi, creía conocerme y él no me conocía, no sabía quién era yo, lo que me gustaba, me agobiaba mucho», indicó.

«Tenía creencias machistas, como no te puedes poner faldas muy cortas o ese vestido para ir a la escuela porque vas a estudiar y no a otra cosa; me decía tienes que lavar, cuidar a tu hermano. Quería tener control sobre mi y que todo fuera como él quisiese», argumentó. Su madre, dice, no intervenía para no quitar autoridad al padre frente a su hija.

Cabe señalar que a nivel de los Estados Unidos, el 10,5 % de las chicas latinas han intentado quitarse la vida, mientras que la cifra para las afroamericanas es del 12,5 %.

Problemas de adaptación cultural, acoso y discrepancias con sus padres son algunas de las razones para esa decisión, según la doctora Rosa Gil, trabajadora social fundadora y directora del programa «La vida es Preciosa» en Washington Heights, el único programa en Nueva York de prevención de suicido de latinas entre los 12 y 17 años que brinda servicios a jóvenes como María o que han contemplado el suicidio.