Impulsar el cambio empoderando a las generaciones futuras

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Mary Linn Gil es aprendiz de electricista del sindicato local IBEW No.3 de Nueva York.

¿Qué tiene que ver la nueva industria eólica marina de Nueva York con alguien como yo? Soy inmigrante mexicana, madre soltera y aprendiz de electricista de cuarto año en el sindicato local IBEW No.3 de Nueva York. Cuando miro a mi propio pasado y al futuro de mi hijo, sé que la energía eólica marina significa transformación. No sólo será la fuente de energía limpia que dará a la generación de mi hijo aire limpio que respirar, sino que también dará poder a gente como yo a través de los oficios sindicales.

El Estado de Nueva York tiene planes ambiciosos para la energía eólica marina. Los promotores Ørsted y Eversource están entre los primeros en empezar a hacerla realidad con proyectos como Sunrise Wind, y se han comprometido a emplear a trabajadores sindicados, con especial atención a las oportunidades para las mujeres, las personas de color y las personas de las comunidades más perjudicadas por injusticias medioambientales como la contaminación. Es muy importante una transición justa hacia las energías renovables, y creo que estos compromisos forman parte de una buena transición.

Ése es el tipo de oportunidades que cambiaron mi vida. Cuando era pequeña no tenía ni idea de lo que significaba pertenecer a un sindicato. Pero cuando tenía 18 años y acababa el instituto, me encontré con un programa diseñado para ayudar a las mujeres a prepararse para carreras sindicales en la construcción: Empleo no Tradicional para Mujeres. Tuve una entrevista, tomé un examen y entré, formándome junto a gente que se parecía a mí.

Fue entonces cuando me di cuenta de que era posible entrar en un sindicato. Cuando terminé el programa, tomé el examen de ingreso en el Local 3, y entonces pude ver adónde quería llegar. Entré en el programa de aprendizaje en el 2019 y es increíble. Poder ir al médico sin preocuparme por la factura, tener vacaciones y pasar más tiempo con mi hijo, que me paguen la matrícula de la universidad y poder ahorrar para mi jubilación, ¡todo esto y todavía soy solo una aprendiz!

Cuando pienso en esto, estar en un sindicato es el sueño americano. Es un puente hacia la clase media. Hacia una educación, prestaciones sanitarias y una jubilación mejor. Los sindicatos ayudan a la gente a prosperar proporcionándoles las herramientas que necesitan para mantenerse a sí mismos y a sus familias. Mi madre nunca habría soñado con que yo obtuviera un título cuando nos mudamos aquí de pequeña. Estamos rompiendo maldiciones generacionales. Estamos creando riqueza generacional.

Si otras personas como yo -otras mujeres, otros inmigrantes, otras madres solteras- toman las oportunidades que está creando la industria de las energías renovables de Nueva York, sus vidas pueden transformarse como lo ha hecho la mía. Y aún mejor: construirán la infraestructura de energía limpia de la que dependerán nuestros hijos, para abastecer de energía a hogares y empresas sin contaminar el aire.

Presentado por Ørsted and Eversource.