Elecciones 2020: El voto hispano, más numeroso y crucial que nunca

Elecciones 2020: El voto latino, más numeroso y crucial que nunca
Vendedores ambulantes organizados por miembros de la Community Power Coalition y la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA) sostienen carteles que piden a los electores salir a votar. (Foto: EFE/Felipe Chacón)

Los hispanos serán por primera vez la minoría más numerosa del electorado de Estados Unidos y se espera que al menos 14,6 millones de latinos voten en estas elecciones, un aumento del 15 % en relación a las presidenciales de 2016 en un crecimiento que ha traído una diversidad sin precedentes al país.

“(El voto latino) Es fundamental pero no es monolítico”, dijo Frank Mora, profesor de política en la Universidad Internacional de Florida.

“Según las encuestas el candidato presidencial demócrata Joe Biden tiene el 65 % del voto latino y el presidente Donald Trump tiene un 28 %”, añadió. “La diferencia en relación con la elección de 2016 es que este año los latinos salen a votar en gran número, algo no visto hace cuatro años”.

Según el Centro Pew, en las elecciones de este martes los latinos son el 13,3 % de los ciudadanos habilitados para votar, superando a los afroamericanos que son el 12,5 %, y a los asiáticos que son el 4,7 %. La mayoría blanca ha disminuido de un 76,4 % en 2000 a un 66,7 % este año.

PESO CRECIENTE

La influencia latina ha ido creciendo tras cada paso por las urnas, si en 2008 votaron 9,7 millones, en 2012 fueron 11,1 y cuatro años más tarde esa cifra aumentó a 12,6 millones, y cuando se cierren los centros de votación este martes se calcula que 14,6 millones de hispanos habrán ejercido su derecho al voto.

Sin embargo, la participación de los latinos ha ido cayendo, al pasar del 49,9 % en 2008 al 48 % en 2012 y al 47,6 % en las pasadas elecciones presidenciales, cuando la demócrata, Hillary Clinton, no logró conectar con este electorado y perdió ante el actual presidente, Donald Trump, según datos de Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Nombrados (NALEO).

Pero este año puede ser diferente, pues en las pasadas elecciones de medio término, celebradas en 2018, la participación latina aumentó en 13 y 9 puntos porcentuales respecto a las de 2014 y 2010, en un hecho que, según analistas, supuso un reflejo del rechazo a las políticas de Trump.

TRES ROSTROS

Por décadas el así llamado «voto latino» tuvo tres rostros de origen y una distribución geográfica definidos: cubanos en Florida, puertorriqueños en Nueva York y mexicanos en el sudoeste.

Pero los orígenes de esta minoría se han diversificado en casi dos décadas de inmigración desde Venezuela, Colombia, Nicaragua, República Dominicana, Guatemala, El Salvador y Honduras, con contingentes menores de Argentina, Brasil, Perú, Bolivia y Ecuador.

El 61,9 % de los latinos son mexicanos, el 9,7 % son puertorriqueños, los cubanos son el 4 %, y los salvadoreños son el 3,9 %, con el resto de procedencia del resto de América Latina y el Caribe.

“Hay una gran diferencia entre el voto cubano estadounidense y el voto puertorriqueño”, señaló Mora, quien fuera subsecretario adjunto de Defensa para el Hemisferio Occidental entre 2009 y 2013. “O entre el voto principalmente mexicanoestadounidense del sudoeste y el voto de los venezolanos o los centroamericanos”.

“Pero, a pesar de ello, hay temas fundamentales para los latinos”, añadió. “El seguro médico, la pandemia, la desigualdad en el acceso a la vivienda son los asuntos que más preocupan a los votantes de esta comunidad”.

La propaganda de la campaña de Trump dirigida a los votantes latinos “se sustenta en una manipulación de las emociones, sembrando miedo al ‘comunismo’ lo cual puede tener resonancia para los cubanos, venezolanos y nicaragüenses que han salido de su país escapando de dictaduras”, señaló Mora.

VOTO CRUCIAL

Teniendo en cuenta que la elección presidencial no se decide por el voto directo de los ciudadanos, sino en un Colegio Electoral compuesto por representaciones de los estados, el voto latino puede resultar decisivo en algunos de los estados que aparecen como más disputados en esta campaña, especialmente en Florida, Arizona y Pennsylvania.

“El voto latino es crucial en estados donde las elecciones son reñidas y se deciden por un punto porcentual o menos”, señaló Mora.

Cinco estados albergan a la mayoría de los votantes latinos: California (7,9 millones), Texas (5,6), Florida (3,1), Nueva York (2,0) y Arizona (1,2), y aproximadamente 1 de cada 10 personas elegibles para votar son inmigrantes, según el Centro Pew.

Estas cifras llevan a que los latinos sea más del 25 % de los ciudadanos habilitados para votar en California, Nuevo México, Texas, Florida y Nueva Jersey, y representan entre el 15 % y el 25 % de posibles votantes en Nevada, Arizona, Colorado, Illinois y Nueva York.

Y también son del 10 % al 15 % del electorado en Washington, Oregón, Idaho, Utah, Wyoming, Nebraska, Kansas, Oklahoma, Georgia, Virginia, Maryland, Pennsylvania, Connecticut y Massachusetts, según Pew.

Pero las cifras de población no se traducen exactamente en el número de votantes: millones de esos latinos son inmigrantes indocumentados o residentes legales que no han obtenido la ciudadanía. Los partidos han tenido que lidiar con la realidad de que la presencia de latinos en tal o cual región no promete, automáticamente, una cosecha rica de votantes.

Los portavoces y dirigentes comunitarios latinos citan, constantemente, la cifra de 32 millones de hispanos habilitados para votar, aunque no queda claro a quiénes consideran como tales dentro de una población en la que hay millones de inmigrantes recientes y otros millones que son estadounidenses de segunda o tercera generación.

Por décadas, la mayoría de los votantes calificados como latinos ha dado su respaldo al Partido Demócrata, pero los candidatos presidenciales republicanos han obtenido, de manera sostenida, entre un 28 % y un 33 % del voto latino.

Y un incremento o caída de un punto porcentual puede ser vital en unas elecciones que se pueden decidir por unos pocos miles de votos en un puñado de estados, expectativa que impulsó a las campañas de Biden y de Trump a intensificar sus esfuerzos por atraer votantes latinos.