Consejos para cuidadores de niños pequeños que contraen la influenza

Se recomienda que todas las personas mayores de 6 meses reciban una vacuna anual contra el «Flu». (Foto: EFE)

La epidemia de influenza que afecta al área triestatal y a todo el país, especialmente a los niños pequeños, es sumamente peligrosa por lo que requiere especial atención de las autoridades de salud y de los miembros de la comunidad, con el fin de evitar la proliferación de contagios los cuales podrían conducir hasta a la muerte, como sucedió hace unos días en Elizabeth, Nueva Jersey, donde una niña de herencia peruana perdió la vida por las complicaciones con el virus del «Flu».

Por este motivo, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), en su labor por ayudar a prevenir la influenza estacional, recomiendan que todas las personas mayores de 6 meses reciban una vacuna anual contra esta enfermedad. Asimismo, ofrecen importantes consejos si usted vive o está a cargo del cuidado de un niño pequeño y contrae la influenza o presenta síntomas de la enfermedad.

Siga las precauciones a continuación para ayudar a evitar contagiarle la infección al niño:

1. Cómo se contagia la influenza

– Los virus de la influenza se propagan principalmente a través de las gotitas que van por el aire y se producen al toser, estornudar o hablar. Estas gotitas pueden caer en la boca o en la nariz de las personas que se encuentran cerca. 

– Las personas con influenza pueden contagiarla a otros hasta unos 6 pies de distancia aproximadamente. 

– Siendo algo poco frecuente, una persona también puede llegar a contraer la influenza si toca una superficie o un objeto contaminado con el virus de la influenza y luego se toca la boca, los ojos o la nariz.

2. Si tiene síntomas de influenza

Si tiene signos o síntomas de la influenza que pueden incluir fiebre, tos, dolor de garganta, secreción nasal o nariz tapada, dolores musculares o corporales, dolores de cabeza, fatiga o, a veces, vómitos y diarrea, siga estas medidas de prevención:

Consulte con su médico u otro profesional de la salud. (Si usted tiene influenza, su médico puede prescribirle medicamentos antivirales para usted).

Intente minimizar el contacto con el niño bajo su cuidado tanto como le sea posible.

Cúbrase la nariz y la boca con un pañuelo desechable al toser o estornudar y arroje su pañuelo usado en un cesto de basura.

Lávese las manos con agua y jabón o utilice un limpiador de manos a base de alcohol con frecuencia y lo más pronto posible después de haber estornudado o tosido en las manos.

Antes de comenzar a hacer alguna actividad dentro de una distancia de aproximadamente 6 pies del niño bajo su cuidado (incluyendo alimentarlo, cambiarlo, mecerlo o leerle) lávese y séquese perfectamente las manos.

Si el niño bajo su cuidado tiene menos de 2 años y no está vacunado, es muy vulnerable a contraer la influenza.

Tome estas medidas de prevención mientras duren los síntomas de la influenza y por 24 horas después de que hayan desaparecido.

3. Preste mucha atención al niño 

Observe cuidadosamente al niño bajo su cuidado para ver si presenta síntomas de alguna enfermedad respiratoria.

Si su hijo presenta fiebre, tiene una respiración superficial, rápida o lenta, o no reacciona como lo hace normalmente, comuníquese con el médico de su menor.

Si su hijo contrae influenza, el tratamiento con medicamentos antivirales para la influenza es apto para niños de todas las edades.

Muchas autoridades establecen un límite de 100 (37.8 grados Celcius) o 100.4 F (38 grados Celsius) como indicador de fiebre pero esta cifra de hecho puede variar según ciertos factores como el método de medición y la edad de la persona.

La vacuna, principal manera de prevención

Si el niño al que cuida tiene 6 meses o más, debería recibir la vacuna contra la influenza todos los años. Los bebés menores de 6 meses corren un alto riesgo de presentar complicaciones graves relacionadas con la influenza pero no están autorizados para ser vacunados.

Como cuidador de un niño pequeño, usted debería vacunarse contra la influenza y asegurarse de que sus colegas y las otras personas del hogar también lo hagan todos los años. Al vacunarse, disminuirá las probabilidades de contraer la influenza y, por lo tanto, de contagiar la enfermedad al niño.