Centroamérica se encuentra en una ‘tempestad migratoria’

Centroamérica se encuentra en una "tempestad migratoria", según la OIM
Foto: EFE/Gustavo Amador. Decenas de hondureños esperan en un control policial donde se verifica si tienen antecedentes penales y que los niños lleven su documentación reglamentaria antes de hacer los trámites migratorios en la Aduana de Agua Caliente.

La situación de los inmigrantes que cruzan Centroamérica en su ruta hacia Estados Unidos es «bastante compleja» porque la región se encuentra en una «tempestad migratoria», según el jefe de misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para Honduras y El Salvador, Nicola Graviano.

«Es una situación bastante compleja en este momento porque la región se encuentra en medio de una tempestad migratoria, una tempestad perfecta en el sentido de que confluyen en esta región flujos migratorios importantes de diferentes tipos», indicó Graviano.

Agregó que Honduras en particular es un país de origen, de tránsito, de retorno, pero además afectado por el desplazamiento interno y con volúmenes bastante altos de inmigrantes que cruzan por su territorio, sobre todo este año.

Graviano dijo que por Honduras, entre enero y el 16 de noviembre del presente año, habían transitado 154.451 buscando oportunidades de migrar a otros países de la región, con destino a los Estados Unidos.

En lo que respecta a los inmigrantes hondureños retornados (en su mayoría de EE.UU. y México, por vía aérea y terrestre) señaló que superan los 100.000.

 

Situación de vulnerabilidad

 

El alto funcionario de la OIM subrayó que hay preocupación en las Naciones Unidas porque la migración irregular pone desafíos importantes para los inmigrantes en tránsito por los múltiples abusos de que son víctimas durante el recorrido por varios países.

La situación de los que van en tránsito es de «vulnerabilidad y potencial y real explotación por parte de grupos de traficantes que se aprovechan del deseo, las aspiraciones y las necesidades de los migrantes para explotarlos y quebrar sus derechos a la vida, a la salud», añadió.

Graviano recalcó que «todos los derechos de la niñez están en peligro cuando los inmigrantes mueren de manera irregular», y que en la OIM han conocido de extorsiones, abusos físicos y sicológicos».

«Es una situación muy difícil a lo largo de todo el camino migratorio, desde su punto de salida hasta su punto de destino, pasando por nuestra región, muchas veces por la zona del Darién (en Panamá) donde está en peligro la integridad física y la vida de muchas de estas personas», acotó.

Sobre el «tapón del Darién», donde según diversas fuentes han muerto muchos inmigrantes, el representante de la OIM expresó que desafortunadamente es una de las regiones más peligrosas del mundo.

«Hemos visto cómo muchos migrantes han perdido la vida o han sufrido daños físicos y mentales muy importantes que luego afecta su bienestar, tanto a lo largo el proceso migratorio, como en su vida, con daños permanentes. Entonces no hay que perder la atención sobre lo que está pasando y hay que unir esfuerzos para poder brindar respuestas a una situación humanitaria grave», destacó.

 

Urge resolver crisis

 

Graviano dijo que la semana pasada se celebró una conferencia con el Instituto Nacional de Migración de Honduras en la que se presentó un borrador de la Política Migratoria Humanista que se ha venido desarrollando desde hace dos años y en el que se abordan los diferentes temas de migración con una mirada a los próximos 10 años.

Ese documento, según Graviano, constituirá la piedra fundamental de las acciones que el Gobierno de Honduras tomará, con el apoyo de la OIM, que además ha venido apoyando en brindar respuestas humanitarias directas, asistencia y protección a los inmigrantes en tránsito, principalmente en puntos neurálgicos como Danlí y Trojes, en el departamento de El Paraíso, fronterizo con Nicaragua.

En su opinión, el tema de la migración no es únicamente un desafío para Honduras o El Salvador, sino un asunto que afecta a todos los países de la región y como tal se tiene que resolver en cooperación, diálogo y colaboración con todos.

Añadió que no se puede pensar que un único país tenga la respuesta o capacidad para brindar soluciones a todo el mundo, pero que los países se deben sentar con las Naciones Unidas y la sociedad civil, que también dan voz a los inmigrantes, para encontrar respuestas eficaces a un fenómeno como la migración que es mundial, de vida, que no va a parar.

 

Niños detenidos

Por otro lado, la situación de miles de niños hondureños inmigrantes que buscan llegar a Estados Unidos no ha cambiado en muchos años, desde el siglo pasado, afirmó el director la Red de Instituciones por los Derechos de la Niñez (Coiproden), Wilmer Vásquez.

«La situación no ha cambiado y ahora mismo no sabemos cuántos niños están detenidos en Guatemala o México, cuántos están migrando o cuántos están muertos, lo que nos preocupa. Hay cifras que indican que desde 2014 a la fecha han sido retornados al país más de 100.000 niñas, niños y adolescentes desde Estados Unidos, México y Guatemala», declaró Vásquez, moderador del foro «Retos y desafíos en la Implementación del Protocolo Nacional de Atención a la Niñez en situación de Migración», celebrado en la capital hondureña.

El foro tiene como objetivo «evidenciar si realmente los protocolos solamente son documentos muy bien elaborados, o si se están ejecutando para poder generar mejores condiciones, protección integral y garantía de derechos a la población migrante», agregó.

La Red del Coiproden aglutina a más de 20 organizaciones sociales defensoras de la niñez y la familia, y según señaló Vásquez, existe mucha preocupación porque «se sabe que mucha población menor está siendo deportada, pero no sabemos el seguimiento que se le está dando».

«No tenemos la evidencia de cuáles son las instituciones del Estado que están dando ese seguimiento y cuáles son las condiciones en las cuales las niñas y los niños se encuentran hoy con sus familias», indicó Vásquez.

Añadió que tampoco se sabe si los menores repatriados están bajo un sistema de protección integral, si tienen garantizadas sus necesidades fundamentales que les permitan vivir con dignidad y que impidan que tengan que abandonar el país.

Según registros de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf) entre enero y el 31 de octubre de 2022 se registraron 14.197 niños y adolescentes retornados de EE.UU., México y Guatemala, que representan un incremento del 37 % en comparación con las cifras de 2021 en el mismo período.