Una reflexión sobre la herencia hispana

En un hecho histórico registrado con la llegada de los españoles al nuevo continente Americano  a través de la conquista y colonización se produjo el exterminio de indígenas, aborígenes o naturales y el saqueo de tesoros y demás recursos, dejándonos su religión mediante los misioneros católicos, la imposición de la Santa Inquisición  y  la evangelización así como su idioma: el Español y el fenómeno cultural conocido como mestizaje, modificando así las culturas y creencias autóctonas, independientemente de las perspectivas ideológicas y/o políticas de reflexión.

Estados Unidos tiene una herencia histórica de habla hispana para muchos olvidada, los   primeros colonos llegaron a Puerto Rico en 1507, en Estados Unidos se fundó San Agustín en Florida en 1565 y Santa Fe en Nuevo México en 1598, una década antes que se iniciara la colonización inglesa de Jamestown.

La historia de la población colonizada se encuentra plagada de sufrimiento y dolor debido a las persecuciones, exclusiones, controles migratorios y exterminaciones, rasgos distintivos de la época en el intercambio cultural donde se menosprecia y discrimina al que es diferente, situaciones que a la fecha no han tenido mucha variación.

Hoy entre gritos de independencia, oradores por doquier, clínicas de asesoría, consultorías, charlas, narraciones de cuentos, graduaciones, premios, becas, desfiles, exhibiciones, fiestas, mariachis, bandas y bailarines, festivales, cócteles, música y abundante comida tradicional de su país de origen  se celebra en Estados Unidos la cultura y tradiciones propias de los países  en el mes de la herencia hispana, cuestionado el término sobre si somos  hispanos y/o latinos que se refiere a  personas de Puerto Rico, Sur y Centro América y de otra cultura u origen español. Independientemente de su raza nos encontramos unidos por un lenguaje común, rico en matices e historia que tiene una expresión diferente en cada país que se habla.

Aun no existe entre nosotros una política, ni explicita, ni implícita que logre un alto grado de vinculación, a pesar de ser multiculturales y multiétnicos, no se ha logrado un  tejido social unitario, las distintas comunidades siguen viviendo en pequeñas islas dentro de esta gran nación, además sin un real interés de los medios de comunicación televisivo de habla hispana, ni de  la comunidad latina “legal,” que por tener documentos piensa y actúa diferente aunque nuestros valores se muestran intactos cuando se producen hechos que nos afectan como huracanes, terremotos y otros desastres y a ello lo llamamos Solidaridad.

Nuestra fuerza se encuentra en la diversidad y la perseverancia, en un compromiso por un futuro mejor, somos un crisol fundido de etnicidades. Hay mucho por hacer.