Madre abusada sexualmente de niña dice que la educación es clave para evitar los abusos en menores

La activista Connie Altamirano (2da de izq. a dcha.) se une a Erin Merryn (centro) para abogar por Erin’s Law, que usaría la educación para ayudar contra el abuso sexual en menores. (Cortesía de Connie Altamirano)

La lucha de Connie Altamirano en nombre de las jóvenes víctimas de abuso sexual no terminó con una “victoria agridulce” en febrero, cuando el gobernador Andrew Cuomo firmó la Ley para Víctimas de Abuso Sexual Infantil (CVA).

La activista de Queens, de 45 años, madre soltera de dos hijos que sufre de trastorno de estrés postraumático (PTSD) y otras complicaciones a raíz de su propio abuso sexual cuando era niña, regresó a Albany para luchar por la Ley de Erin, que exigiría una educación apropiada en todos las escuelas públicas, desde preescolar hasta el 12vo grado, especialmente para reportar contacto inapropiado.

“Si, la CVA pasó y no fue suficiente. Fue sólo un paso en la dirección correcta”, dijo Altamirano. “El tema es que esto debería haber sido parte del CVA pero se dejó de lado. Si me hubieran enseñado la diferencia entre un contacto seguro y uno no seguro, habría levantado la mano y contado mi historia. Eso podría haberme salvado de años de violaciones y mi atacante habría sido encarcelado”.

Altamirano viajó a la capital del estado para defender su posición, junto a la asambleísta Catalina Cruz y Erin Merryn, autora y activista en contra del abuso sexual infantil y fundadora de la Ley de Erin. Aunque la ley fue aprobada en 35 estados, Nueva York todavía no ha votado sobre la medida. Merryn trató de hacer de Nueva York uno de los primeros estados en aprobar el proyecto de ley, pero se encontró con resistencia cuando intentó presentarla en Albany hace siete años.

“He regresado a Nueva York para ver qué sucede esta vez,” dijo Merryn. “Debemos educar a los niños sobre su seguridad corporal, protegerlos y empoderarlos en contra de abusadores, y ayudar a erradicar a los abusadores sistémicos exponiéndolos y procesándolos, para salvar cientos de vidas del abuso. Emplear sólo una hora del año escolar para enseñar estas importantes lecciones podría ser la diferencia entre un niño que informa sobre su abuso; o ser abusado durante años sin reportar hasta la edad adulta, si es que lo reporta”.

Ella dijo que los fondos federales estaban disponibles gracias a la aprobación de un proyecto de ley similar, de la senadora Kirsten Gillibrand.

“He estado en comunicación con Erin durante cinco años, y he insistido a los legisladores presentar y aprobar la ley de Erin en el estado de Nueva York mientras abogaba por el CVA”, dijo Altamirano. “Los niños necesitan saber cómo denunciarlo. Como sobreviviente, sé que si una ley de este tipo se hubiera implementado y aplicado hace décadas en las escuelas públicas, habría sabido decírselo a alguien”.

Cruz estuvo de acuerdo mientras contenía las lágrimas.

“Esto podría haber cambiado mi vida”, dijo Cruz, también sobreviviente de abuso infantil que le causó trauma durante años.

No se espera que la ley Erin sea aceptada por la Legislación hasta después de que se apruebe el presupuesto del estado, pero Altamirano y otros activistas mantendrán la presión.

“Es mi obligación ayudar a los niños del estado de Nueva York porque nadie me ayudó. La CVA debería haber cubierto la prevención y la concientización”, dijo Altamirano. “La Ley de Erin será una herramienta para que un niño se proteja, para saber la diferencia entre el contacto seguro o inseguro. Les ayuda a los niños a aceptar que está bien hablar sobre lo que les sucedió. Podría salvarlos de años de abuso por violación y el trauma que causa a los sobrevivientes”.

-Traducción de Raquel Romero

 

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