Los rostros abatidos por la fuerza de deportación de Trump

La ecuatoriana Nelly Cumbicos. (Foto: Cortesía CND)

Hay una realidad en el país que solo los ojos de unos cuantos quieren ver. Mientras que la vida de miles de jóvenes «Soñadores» («Dreamers») continúan pendiendo de un hilo, sin solución, la Administración Trump prosigue con su dura agenda anti-inmigrante.

Sin establecer claras prioridades el gobierno actual está desperdiciando recursos valiosos en deportar indocumentados no violentos, quienes en algunos casos tienen décadas viviendo en los Estados Unidos, separando así familias trabajadoras en nuestras comunidades y dejando a sus hijos estadounidenses sin sus padres.

Estas son algunas breves historias de los rostros abatidos por la fuerza de deportación de Trump, hispanos protagonistas de titulares en los medios como una muestra palpable de que EEUU al parecer ha cambiado, y ya no quiere ser llamada la tierra de inmigrantes que vienen a trabajar en busca del «Sueño Americano»:

Mexicano en Nueva York

Luego de vivir y trabajar de forma indocumentada por tres décadas en los Estados Unidos, el mexicano Martín Martínez, de 50 años, tuvo que afrontar el drama de la deportación. El padre de familia que vivía en Newburgh, Nueva York, había aplicado en el año 2004 para asilo junto a su esposa, Julia Ochoa –quien está indocumentada– pero les fue negado la solicitud.

En 2013 ambos fueron detenidos por inmigración y liberados posteriormente. Tal como lo reportó el Daily News, Martínez, un abuelo y papá de dos hijos que son ciudadanos estadounidenses, trabajaba y pagaba impuestos, y se reportaba regularmente con los oficiales de inmigración pero el año pasado inesperadamente su caso de deportación fue acelerado.

El mexicano Francisco Rodríguez. (Foto: Cortesía CND)

Salvadoreño en Massachusetts

Un inmigrante de 43 años que laboraba como custodio del MIT (Massachusetts Institute of Technology) y no tenía historial criminal enfrenta la deportación. Francisco Rodríguez es oriundo de El Salvador, donde trabajó en una firma de ingeniería, pero dejó el país centroamericano en 2006, temiendo por su vida, luego de que asesinaran a uno de sus colegas. Llegó a Boston sin documentación legal y solicitó asilo pero fue denegado.

Las apelaciones de Rodríguez terminaron en el 2011, sin embargo, cada año, funcionarios de inmigración le concedían una suspensión de expulsión, luego de reportarse con ellos para asegurarse de que ha permanecido en el país en situación regular.

Pero -como lo reportó The New Yorker, después de la elección de Donald Trump, los agentes de ICE enviaron un mensaje diferente a Rodríguez: necesitaba comprar un boleto de ida a El Salvador y debía presentarse voluntariamente para ser deportado. Todo cambió cuando una cita que habría sido un registro de rutina en años anteriores, de repente se convirtió en una orden para salir de EEUU.

Ecuatoriana en Connecticut

La ecuatoriana Nelly Cumbicos, de 41 años, no sabía que se le había emitido una orden final de deportación en 2002 hasta que solicitó una tarjeta de residencia ‘Green Card’ en 2015. Ella había llegado a EEUU cruzando la frontera en el 2000, vivía en Wallingford, Connecticut, antes de mudarse a Meriden en 2012, con su hijo y su esposo. Posteriormente fue detenida por agentes de ICE y le colocaron un brazalete en el tobillo. 

De acuerdo al reporte del Record-Journal, la fecha original de deportación de Cumbicos era en junio, pero se le concedió una estadía temporal. El 22 de enero se le informó que su solicitud de estadía más reciente había sido denegada por el Departamento de Seguridad Nacional y que el ICE haría cumplir sus órdenes de deportarla el pasado 16 de febrero.

Cindy García y sus hijos. (Foto: Cortesía CND)

Mexicano en Míchigan

La vida de la familia García en Detroit, Míchigan, nunca volverá a ser la misma al ser destrozada por la deportación de papá Jorge, quien a los 10 años de edad había sido traído a EEUU por parientes indocumentados y tras permanecer aquí durante 30 años, fue deportado hace unas semanas a su natal México. 

Su historia captó la atención nacional después de que el Detroit Free Press describiera la separación emocional que sufre su familia justo en el día del Dr. Martin Luther King Jr. Ya sin el padre de dos hijos, el hogar no se siente lo mismo para su esposa Cindy García, una trabajadora de la planta de camiones Dearborn que está jubilada por prescripción médica.

Pastor guatemalteco Noé Carias. (Foto: Cortesía CND)

Guatemalteco en Los Ángeles

El pastor guatemalteco Noé Carias fue arrestado por agentes de ICE en Los Ángeles, California, a pesar de no tener un historial criminal, provocando así que deje solos a su esposa y dos hijos, de 6 y 5 años, los tres ciudadanos estadounidenses.

Después de hacer una visita de rutina ante un oficial de inmigración, Carias, de 42 años, fue recluido por 59 días en el Centro de Detenciones de Adelanto, enfrentando la temida deportación. El religioso centroamericano ya había sido deportado de EEUU por primera vez en 1993, tras ingresar al país sin documentación cuando era adolescente.

Después de su regreso a territorio estadounidense ha servido a su comunidad como pastor y en labores sociales. No obstante al recibir una tercera orden de deportación fue detenido motivando la reacción de los miembros de su congregación, como lo reportó CBS.

Los líderes religiosos del área elevaron oraciones por Carias y presionaron para que el pastor vuelva a la iglesia evangélica cerca de Echo Park. Finalmente se dio el milagro de su liberación -temporal- porque su caso de deportación sigue pendiente y el miedo de dejar a su familia no ha terminado.