Casi 2.000 vuelos cancelados en aeropuestos por el paso de la tormenta

Casi 2.000 vuelos cancelados en aeropuestos por el paso de la tormenta
Casi al mediodía del miércoles el aeropuerto JFK ya canceló 470 vuelos, el aeropuerto LaGuardia 519 y el aeropuerto de Newark, en Nueva Jersey, 582. EFE

Casi 2.000 vuelos programados para hoy en los principales aeropuertos del noreste del país han sido cancelados por causa del temporal que va aumentando intensidad con el paso de las horas, según informes de las terminales aéreas.

Solo en Nueva York, el aeropuerto JFK, uno de los principales puntos de entrada a Estados Unidos, anunció que había cancelado 470 vuelos, mientras que en LaGuardia, que opera para vuelos nacionales, eran 519.

El aeropuerto de Newark, en el vecino estado de Nueva Jersey, que también sirve a Nueva York, había cancelado 582 vuelos programados para hoy, mientras que en Boston eran 229 y en la ciudad de Filadelfia 187.

La tormenta invernal afectará al área de Nueva York en las próximas horas, y los pronósticos indican que la nieve que caerá estará entre 6 y 12 pulgadas, aunque no se espera que el temporal se extienda hasta este jueves.

Las autoridades de la ciudad de NY han preparado ya el esquema habitual para estas tormentas, con el despliegue de unos 1.500 quitanieves, e hicieron diferentes llamados para evitar los desplazamientos innecesarios.

No se han anunciado modificaciones extraordinarias en los horarios de la red del metro, aunque se han determinado una serie de limitaciones en los horarios de los trenes que conectan a la ciudad de Nueva York con sus alrededores.

Según informes en Long Island, en el condado de Nassau, Long Island, prepararon 94 camiones recolectores de nieve y tenían cerca de 16,000 toneladas de sal y 1,200 toneladas de arena para distribuir en los caminos y autopistas.

En tanto, las autoridades del tren de Long Island Rail Road (LIRR) tomaron varias medidas para proteger su sistema de la tormenta aunque lo más complicado para los usuarios de este transporte masivo es tener que lidear con los horarios modificados, sufriendo sobre todo aquellas personas con incapacidades físicas.