Ansiedad y expectativa se adueñan de Dreamers y sus familias

Una niña pequeña sujeta una pancarta en la que se puede leer: «Ken Paxton, ¿me quieres deportar?», en una manifestación frente a la Oficina del fiscal general de Texas, el republicano Ken Paxton, como motivo de protesta por su amenaza para eliminar el programa de Acción Diferida (DACA).

Los familiares y beneficiarios de la Acción Diferida (DACA) viven con ansiedad los rumores de que el presidente Donald Trump podría cancelar este amparo migratorio que protege a 800.000 jóvenes, que intentar asimilar su probable nueva realidad.

«Es como despertar de un sueño lindo y encontrarse con una realidad amarga y muy dura», dijo hoy a Efe Nora, una joven mexicana que desde 2016 es beneficiaria de este programa, creado cuatro años antes por el expresidente Barack Obama para proteger de la deportación a indocumentados que llegaron al país siendo niños.

Según informó este jueves la cadena Fox, Trump ha decidido poner fin a DACA y podría anunciar tan pronto como hoy esta medida, que permitiría a sus beneficiarios permanecer en EEUU hasta que expire su permiso de residencia, un plazo que podría ser de hasta dos años para aquellos que acaban de renovar su inscripción a DACA.

«Espero poder seguir con mi permiso de trabajo hasta el año próximo cuando se vence, pero después todo será más difícil que incluso antes de tener DACA«, aseguró la joven, estudiante de enfermería.

Otros garantizan que seguirán reclamando que se les dé una solución legal a su situación.

«Este presidente nos traicionó», reclamó el ecuatoriano Juan, que no quiso desvelar su apellido por temor.

«Esto lo que muestra es que no importamos. Que somos menos que basura para los políticos», reclamó este frustrado y enojado joven. «Lucharé con todas mis fuerzas para que esta injusticia se arregle».

La propuesta de convertir a California en un «estado santuario» cobra ahora más fuerza para estos jóvenes que próximamente pueden perder su protección de DACA.

«Donald Trump y su Administración han demostrado que utilizarán cualquier herramienta para separar a comunidades y familias», aseguró en un mensaje Graciela López.

La activista ahora pide con mayor ahínco que el gobernador californiano, Jerry Brown, firme, una vez aprobada en la Asamblea estatal, la propuesta conocida como Ley de Valores de California.

«Aunque perder DACA será una tragedia, la comunidad inmigrante y sus aliados han probado que podemos curarnos de ataques como estos y volver más fortalecidos y unidos», manifestó la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA) en una convocatoria para marchar hoy en defensa de DACA en Los Ángeles.

Aunque la expectativa continúa por los posibles términos de la medida de Trump, algunos expertos predicen cómo será la orden ejecutiva.

«Si el presidente anuncia que no aceptará nuevas solicitudes para DACA y no renovará los permisos actuales, por definición, eso acaba con DACA«, explicó Tom Jawetz, vicepresidente de Políticas de Inmigración del Centro para el Progreso Estadounidense CAP.

Según señaló el experto en una declaración enviada a Efe, «aunque se permita que algunos permanezcan, no se dejen engañar, eso significa la terminación del programa».

Jawetz enfatizó que cancelar el programa obligará a las empresas a despedir a los beneficiarios de la medida cuyos permisos expiren.

Como otros, Jawetz recomienda que si la decisión de acabar con DACA se anuncia en los próximos días, se acuda al Congreso «para que dé un paso al frente y asegure el programa».

Algunas organizaciones de activismo migratorio han comenzado ya a ofrecer apoyos especiales.

Así, United We Dream publicó en la web Defender DACA un «set de herramientas» para salud mental destinado a ayudar a aquellos jóvenes que se serían afectados por la cancelación del alivio migratorio.

Los recursos incluyen una guía denominada «Los siete pasos para mantenerse en calma y organizarse», información sobre respuestas negativas del organismo a la ansiedad y las frustraciones y una guía básica del método denominado «Respiración consciente».

El Gobierno ha recibido una gran presión para acabar con DACA por parte del fiscal general de Texas y de otros nueve estados conservadores, que han amenazado con interponer antes del 5 de septiembre una demanda contra Trump si su Gobierno no acaba con el plan migratorio.